Érase una vez un Scrum Master que controlaba el proceso Scrumban que un equipo seguía. ¿Le pitan a alguien los oídos?. Dicho de otro modo, para que no se diga que aquí sólo escribimos para los "talibanes agilistas" ;P.
Erase una vez un gestor de un equipo encargado de llevar a cabo tareas planificadas y no planificadas en un periodo de tiempo determinado y cíclico. No sé cual de las dos introducciones es peor.
Érase, también, una vez un Product Owner malvado que no hacía más que meter Kanban en el sprint, haciendo sufrir al Scrum Master y poniendo a prueba la velocidad del equipo. El Scrum Master le insistía al equipo para que no dejara abandonadas las tareas de Scrum, mantuviera una velocidad de Scrum aceptable y consiguiera los objetivos del sprint. Y en estas llegó la retrospectiva y el equipo le afeó al Scrum Master que priorizara el Scrum frente al Kanban, ya que todos son hijos de Dios (del Product Owner en este caso). Así que el Scrum Master se puso a pensar y sacó las siguientes moralejas además de escribir este post.
- El equipo tiene razón, en teoría, el Kanban es tan válido como el Scrum. La suma de todo nos da la velocidad total del equipo y si los puntos totales al final del sprint son iguales o mayores que los planificados el equipo habrá cumplido con su papel.
- El Scrum Master también tiene razón, en la práctica, el Product Owner siempre, salvo cambios grandes de requerimientos, espera que todo el Scrum esté acabado en la fecha final de sprint. Si el Scrum se termina, el Scrum Master habrá cumplido con su papel.
- El hecho de no tener definidos claramente las prioridades del Kanban (FIRE, PRIO, ASAP) puede fomentar estos problemas. El Kanban en Frogtek entra directamente en la pila de producto del sprint y se empieza antes o después en función de lo arriba que entre en la columna. Es decir, es priorizado junto con lo demás (hasta ahí bien), pero luego cuando entra y navega por las diferentes fases no tiene ni más, ni menos prioridad que el resto de lo que está en desarrollo. De ahí que el Scrum Master en algún caso acabe defendiendo lo planificado y el programador quiera que todo se valore por igual, ambos defendiendo su trabajo. Pero ¿debe hacerse?.
Aquí es cuando entra en juego la relación entre las tareas de Scrum, Kanban y la matriz de Eisenhower. Eisenhower se ve que era un tío muy organizado y las malas lenguas dicen que inventó el típico plano cartesiano con cuatro cuadrantes, con un eje señalando la importancia y otro la urgencia. Así tras analizar una tarea en un momento dado podía decidir qué hacer con ella:
- Urgente e importante. Consejo de Eisenhower: ¡Hazla ya!. Consejo ágil: Normalmente esto es Scrum (en el peor de los casos esto entrará como Kanban de alta prioridad a mitad de sprint pero en ese caso es bastante fácil poner al Scrum Master y al equipo de acuerdo en lo importante que es sacarla la tarea cuanto antes adelante).
- No urgente pero importante. Consejo de Eisenhower: Planifícala. Consejo ágil: Vuelve a analizarla en la siguiente ronda de planificación y métela como Scrum en el siguiente sprint cuando ya sea urgente e importante.
- Urgente pero no importante. Consejo de Eisenhower: Delega. Consejo ágil: Normalmente esto es Kanban, ya que su urgencia suele salir a relucir a mitad de sprint y nunca tendrá la importancia suficiente para entrar como Scrum. Este tipo de tareas son las que crean conflicto a veces y las que acaban retrasando los sprints.
- Ni urgente, ni importante. Consejo de Eisenhower: ¡A la basura!. Consejo ágil: si ves muchas de estas en tu tabla, cambia de Product Owner.
Simplificando un poco se podría asimilar Importante con Scrum y Urgente con Kanban. Es por eso que como Scrum Master creo que Scrum casi siempre debe ir por delante que Kanban. Siendo flexibles, claro. :)