Así es, el viernes pasado, día 21 de enero, se celebró el primer coding dojo realizado en el Parque Tecnológico Walqa, dirigido por Carlos Ble.
Un dojo (道場, literalmente "el lugar de la senda") es un sitio donde poder practicar y entrenar una disciplina concreta. Simplemente son centros donde se pueden reunir personas con ganas de aprender. Como en todos sitios, es normal que haya gente con más conocimientos que otros, pero esto es precisamente lo que se busca: que el conocimiento puede transmitirse entre los asistentes.
En nuestro caso, las características de nuestro dojo eran las siguientes:
- Se va a diseñar y programar un problema (o kata) llamado FluentAPI.
- Debe realizarse por parejas (pair programming).
- Debe utilizarse TDD.
- Se realizará en periodos de tiempo determinados, tras lo cuales deberemos cambiar de pareja.
- No se indicará cuánto tiempo dura cada periodo (así tampoco hay ansias por terminar)
Al evento asistieron más de 30 personas de distintos perfiles y distintas procedencias (Indra, Tafyesa, Universidad de San Jorge, Telefónica I+D,...)
El problema o kata elegido para la ocasión fue el siguiente:
Queremos conseguir una API para acceder a una lista de objetos que sea fácil de leer al ojo humano, al estilo de:
- select("name").from(users)
- select("name").from(users).where("age").greater_than(18)
- select("name").from(users).where("surname").contains("rodriguez")
- select("name").from(users).where("age").greater_than(18).and("location").is("san francisco")
Y a ello nos pusimos. En el primer periodo parecía que la cosa no terminaba de arrancar, ya que el problema era difícil de abordar en un principio. Por las mesas se veían lenguajes tan dispares como Java, Ruby, PHP, .Net o Python.
Al sonar la alarma y acabar el primer pomodoro, nos dirigimos a una sala habilitada por Walqa con aperitivos y bebidas, que de seguro nos sirvió para descansar y consultar algunas dudas (como el uso de import static en Java, que resultó fundamental para la resolución del problema)
Acabadas las sesiones de programación, nuestro sensei Carlos Ble se puso a los mandos del portátil y se dispuso a ejecutar una forma de resolver el problema en Python. Mientras, los asistentes observaban el proyector con lo que iba realizando, en medio de un silencio solemne.
Tras lo cual, Carlos dejó continuar la resolución a dos de los presentes: Dani y Rubén, que se enfrentaron a una modificación del problema ante todos los asistentes.
Y hasta aquí dio tiempo. Los participantes salimos muy contentos con la experiencia y alguien llegó a decir que había sido el coding dojo con más afluencia de los realizados en España. ¿Será verdad? :)
P.D: nuestra intención es que este sea el primero de una larga lista de eventos.
P.P.D: tenemos nuestro propio hashtag: #codingdojohuesca