Si además el ingeniero en cuestión es el único que sabe arreglar el HUDSON cuando se rompe, es algo terrible. Esto, unido al hecho de que la mayoría de "tus" ingenieros vivan en Zaragoza hace que pesadillas recurrentes en las que tu buzón de entrada se convierte en un buffer inestable de correos con subject "Build failed in Hudson" te asalten de madrugada algo infernal.

Bromas aparte. En Frogtek tenemos dos roles técnicos totalmente diferenciados: el de programador y el de QA (Quality Assurance). El programador programa, el de QA testea y administra los sistemas. Afortunadamente supimos definir ambos perfiles de forma que sean atractivos para ingenieros de calidad, es decir, que el programador programe no quiere decir que tengamos 75kg de picateclas instanciando clases como churros, sino que tenemos un ingeniero que disfruta con su trabajo y hace o tratar de aplicar eXtreme Programming, en un entorno de Scrumban e integrado dentro de un equipo que podríamos decir que se autogestiona en un porcentaje muy alto. Lo mismo para "el de QA" injustamente llamado "tester". No se trata de un pobre desgraciado que se deja las huellas dactilares probando una y otra vez la misma US, sino de alguien que tiene la responsabilidad de definir, implementar, mantener y evolucionar todos los sistemas transversales de la empresa, incluyendo todas las herramientas que nos ayudan con la mejora e integración continua. Y que además, desgraciadamente, testea. Y digo desgraciadamente porque testear es un mal. Un mal quizá necesario y que no hace sino resaltar que aún estamos lejos de la deseable y deseada perfección. Así que aquí estamos en Frogtek, con uno de QA, seis programadores y el que suscribe.

En nuestro caso no hubo autobús, pero parecido. Una de esas grandes empresas de fama internacional trató de llevarse a nuestro chico de QA. Lo cual aunque nos hizo a todos sentirnos muy orgullosos también nos provocó algún sudor frío. Además de darnos cuenta que el equipo tenía una debilidad y que si Julio decidía emprender un nuevo rumbo íbamos a pasar 2 o 3 semanas (no más, espero) con el culo un poco "preto", técnicamente hablando, y alguna más hasta volver a una total "normalidad". Adicionalmente Carlos Ble pasó por la oficina y preguntó: "¿por qué tenéis una persona dedicada a QA al 100%?, ¿es necesario el QA?, ¿no estaréis haciendo algo mal?", así que nos dio por pensar... Y pensando un poco, y leyendo otro poco, decidimos cambiar dos cosas: La primera tratar de ir integrando la calidad dentro del equipo de programación a base de más y mejor TDD, y de que todos los programadores participen y se responsabilicen (cerdito mediante, si es necesario) de la tarea de testeo cuando revisen el código de cualquier US. La segunda tratar de cambiar la debilidad del bus factor en una fortaleza y la "ocurrencia" fue la siguiente. ¿Por qué no hacer el puesto rotatorio (por unos meses y de forma voluntaria)?.

Desventajas:

  • Pérdidas de productividad durante los procesos de transición (en los primeros al menos).
  • Distracción.

Ventajas:

  • Aumento del bus factor.
  • Equipo más robusto.
  • Programadores que se enriquecen, aprendiendo como administrar sistema complejos.
  • Responsables de QA que se enriquecen dedicándose también a programar.
  • Ambos dejan de ver los toros desde la barrera y entienden y comprenden cómo hacer su trabajo mejor.
  • Mejoras en todos los procesos por el mero hecho de que otros ojos se posen en ellos.
  • Todo el mundo más contento.

El balance no ofrece lugar a dudas. Como casi siempre en tecnología la carrera es una de fondo y no de velocidad (ojalá en el lado de los negocios pudiéramos también decir lo mismo). Así que en esas estamos:

SAMSUNGJulio (a la derecha) entrega a Pablo unas apasionantes lecturas para las frías noches de Febrero.

SAMSUNGPablo se desquita haciendo lo propio con Julio y además le endosa un HTC G2 de dudosa procedencia que en cualquier momento puede ponerse en chino.

Obviamente algo así no se puede hacer en cualquier sitio, ni con cualquier persona. Se necesita capacidad de adaptación al cambio, ganas de aprender y ser un valiente. Pero de eso en una start-up sobra.

Por cierto, incluso en temas como el trabajo, las grandes empresas no siempre son las que se llevan el gato al agua. Seguimos siendo ocho.  :)